Investigación sobre la Indumentaria San Antonino Castillo Velasco
Autores: Begoña Irazábal y Ana Paula Zamacona, estudiantes de la carrera de Historia del Arte de la Universidad Iberoamericana Campus Ciudad de México
San Antonino es un pueblo vivo, rodeado de verde que se levanta a unos cuantos kilometros de Ocotlán. El mercado lleno de voces, colores, olores cítricos y humedos es el centro de la comunidad donde fluctuan todas las acciones que activan el motor de la zona.
San Antonino tiene una reticula perfecta haciendo manzanas cuadradas a lo largo de su extensión. El centro es simbólicamente el comercio y la religión, cosa que esta representada por la iglesia y el mercado. La primera tiene un carácter ecléctico, es una fusión de varios estilos colores y materiales. En el mercado se despliegan comercios de comida, ropa, juguetes, accesorios, joyeria, etc. Entre tanto barullo es díficil encontrar el famoso bordado de flores en las típicas blusas de la región.
Al llegar al pueblo, en la calle de Independencia estuvimos preguntando por quien podría informarnos sobre la indumentaria típica de la región, entramos a unos abarrotes donde conocimos a una señora de bastante edad llamada Juana Aguilar quien nos dijo que la señora que se dedicaba al bordado tenía un puesto cerca del mercado y que su nombre era Severa Santiago. Antes de informarnos sobre esto nos dijo que el enredo que se utilizaba era de lana roja y muy pesado, nos contó arrepentida que ella había vendido su traje típico. Por otro lado nos cuenta que ya muy poca gente lo usa o tiene el original.
Otra cosa que nos llamo la atención es que en los anuncios de publicidad política las Señoras están vestidas tradicionalmente usándolo como estandarte del pueblo, pero nadie lo usa en las calles. Así la indumentaria típica se usa simbólicamente como un vínculo e identificación hacía la comunidad. El poder político a través de su propaganda se apropia de una imagen ya conocida por todos los habitantes para ganarse su confianza. Lo parádojico es que ningún habitante de San Antonino actualmente lo usa excepto por las personas que bailan en los lunes del cerro o las fiestas patronales.
La indumentaria tradicional de San Antonino se caracteriza por la blusa bordada que está inspirada en “(…)La flora silvestre de los verdes valles oaxaqueños que ha contagiado su esplendor a los diversos textiles que a las descendientes de los zapotecos elaboran en sus telares de cintura. Cadenciosas y altivas, las zapotecas lucen en su vestuario la tupida vegetación del paisaje que las rodea: flores que nunca se marchitan sembradas en las blancas blusas de San Antonino, blusas de corte mestizo y popelina blanca, escote redondo y mangas cortas.”[1] Por ejemplo, una niña camina por el mercado y trae la blusa tipica con el bordado de flores, pero lleva pantalones de mezclilla, lo que parece una buena idea para no dejar de usar algo de la vestimenta.
Al llegar al puesto de la Señora Severa nos enseña una carpeta con la fotografía de su madre llamada Guadalupe Paz quien nació en 1933, ella no portaba el traje tipico sino un vestido de tela comercial y un delantal cosido por ella misma.
El traje consiste en el enredo de lana roja teñida con grana cochinilla que la mayoría de las veces se adquiere en Teotitlán del Valle, la faja o ceñidor de Santo Tomás Jalieza que se amarra en un moño, la blusa de flores bordadas y tlacoyal que son unas borlas como de estambre para el pelo que se usan cuando las mujeres bailan o van a una fiesta. El calzado que utilizan se conoce como cacles, son unos guaraches hechos de cuero, similares a los que se conocen como “pata de gallo” donde una tirita separa el dedo gordo de los demás. El peinado son dos trenzas que se unen en la cabeza con un listón de diferentes colores. “El atuendo de las mujeres de San Antonino se complementa con el enredo de lana oscuro que forma tablones lisos al frente y en la espalda y se sujetan con una faja roja y amarilla del mismo material.”[2]
El traje ya no se usa por que las muchachas jóvenes prefieren vestirse a la moda o imitar a los artistas que salen en la televisión. Los padres ya no pueden ejercer un control fuerte sobre los hijos y no pueden exigirles que usen el traje típico o que aprendan las tradiciones. El traje sólo se usa en la Guelaguetza, en el lunes del cerro en el mismo pueblo y en las mayordomías que son las misas al Santo Patrono.
El significado de los bordados sobre las blusas es diverso y sujetivo dependiendo de la misma bordadora. Se dibuja con pluma las flores, las hojas y los pajaritos sin patrón sobre la blusa ya cosida. El significado es poner la flor del pensamiento con varios colores: naranja, amarillo, rosa y rojo. Los colores no significan nada en específico, pero se ven mucho los colores vivos. “El mayor atractivo de estas prendas es el bordado que luce alrededor del escote y en los hombros, diseño floral en el que se entrelazan pensamientos y nomeolvides, con sus corolas delicadas y sus tallos verdes.”[3]
Ella hace las blusas y los vestidos, no cose con metro, sino con cuartas que es la distancia del pulgar al meñique. Cose con hilos comerciales de algodón o de seda. El hazme si puedes es un bordado de muñequitos que prensa la blusa, la hace parecer un resorte. “Las diferentes piezas se unen con bandas de hilo blanco en un pliegue pepenado sobre el cual se bordan minúsculos muñecos”.[4] Es un trabajo sumamente elaborado que llevan todas las prendas, si la hebra del hilo se pierde ya no salen las manitas de los muñequitos y tiene que descocerse para volver a empezar. El hazme si puedes significa un pueblo unido.
A través de esta conversación Severa nos presenta la idea de la tradición a partir del trabajo de los hilos y tejidos. Nos cuenta cómo aprendió de su mama y como el conocimento es intangible pero el trabajo prospero. Así hoy sobrevive la indumentaria tradicional como un recuerdo y una practica que se esta perdiendo. Esnecesario revalorarla para que lo poco que queda sea rescatado.
Anexo1- Entrevista con Severa Santiago, habitante y artesana de la comunidad
La tradición del uso del traje regional se ha perdido. Solo se usa el lunes del cerro y en las mayordomías y solo las chicas que bailan. En la verbena popular todo mundo viste de calle.
Consiste en un enredo de lana generalmente roja, una faja o ceñidor deteniendo el enredo que generalmente es traída de Santo Tomás Jalieza y la blusa bordada de flores.
Nunca ha sido muy usado para andar de diario sino para las fiestas. La ropa de trabajo generalmente eran mandiles y vestido de tela delgada. Es muy pesado e incómodo para trabajar. Hoy en día las niñas chicas quieren andar a la moda y ya no les interesa la tradición.
La blusa es de tela de algodón sencilla, yo compro los hilos también de algodón y se borda a mano. Los demás elementos de la indumentaria los traemos tanto de Santo Tomás Jalieza para el ceñidor como de Teotitlán del Valle para el enredo de lana.
No existe patrón definido sino que conozco el dibujo que mi mama me enseño. Hago pensamientos que son como una flor y motivos vegetales generalmente. Los diseños no varían tanto como los colores.
Yo escojo los colores más vivos por que son los que más me gustan y representan las flores y el paisaje de por acá.
Nunca tuvo un significado por si pero a través de los colores y motivos queremos simbolizar la alegría del pueblo. De hecho el hazme si puedes simboliza al pueblo y mi mama lo dominaba tan bien que bordaba nombres de personas con esta técnica.
Anexo 2 – Cómo llegar
San Antonino Castillo Velasco está localizado a 25 kilometros de la ciudad de Oaxaca. Para llegar se debe tomar la autopista 175 hacia Puerto Angel, Ocotlán o el aeropuerto. En el camino pasas por San Bartolo Coyotepec, famoso por el trabajo del barro negro y por San Martín Tilcajete, famoso por sus alebrijes. Posteriormente pasas por Santo Tomás Jalieza y San Antonino se despliega a mano derecha sobre la carretera.
Santo Tomás Jalieza está localizado a 25 kilometros de la ciudad de Oaxaca. Para llegar se debe tomar la autopista 175 hacia Puerto Angel, Ocotlán o el aeropuerto. En el camino pasas por San Bartolo Coyotepec, famoso por el trabajo del barro negro y por San Martín Tilcajete, famoso por sus alebrijes.
[1] Mapelli Mozzi Carlota y Castello Yturbide Teresa, La tejedora de vida, colección de trajes mexicanos de Banca Serfin, 2ª edición, México, Publicación de Banca Serfin, 1989 p. 63
[2] Ibidem p. 63
[3] Ibidem p. 63
[4] Ibidem p. 63