Investigación sobre indumentaria en Santo Tomás Jalieza
Autores: Begoña Irazábal y Ana Paula Zamacona, estudiantes de la carrera de Historia del Arte de la Universidad Iberoamericana Campus Ciudad de México
Santo tomas Jalieza es un pueblo secreto, bien construido con sus calles y avenidas en retícula perfecta. El centro del lugar lo dicta la Iglesia de color rodeada por un muro imponente que circunda el atrio y sus jardines. Precisamente “Jalieza significa en Zapoteco: «Abajo de la iglesia». Se compone de Xana, «abajo» y lieza, «iglesia». Santo Tomás en honor de uno de los doce apóstoles.”[1]
En Santo Tomás Jalieza los textiles se esconden dentro de las casas, no hay mucho que haga al visitante descubrir la actividad de tejedor, sólo el realmente interesado toca las puertas para descubrir los espacios expositivos. Hay un mercadito algo solitario donde varias mujeres diferentes edades ofrecen bolsas, morrales, estuches, muñequitas y caminos para las mesas.
Lo más representativo es ver la actividad materializada en las mujeres sentadas en el piso sobre un metate que tejen ayudadas de un poste o de un árbol, concentradas sin medir ni usar calculos matematicos van llevando a cabo el diseño que han estado imaginando, creando discursos coloridos y orgánicos. Pájaros, flores y peces que vuelan, flotan y nadan juntos en las cintas.
El traje tipico de Santo Tomas Jalieza consiste en “en una blusa y un enredo, Este último es de manta y algunas veces tiene cuadritos pequeños. El enredo se amarra con una faja. El traje es sencillo nunca fue tan elegante.”[2]
La iconografía a diferencia de los accesorios y de las cintas es mucho más simple, la mayoría de las telas que usan para vestirse son lisas. Lo que da vida al traje es el ceñidor que comúnmente es una cinta tejida a manera de cinturón que se amarra alrededor de la cintura y puede terminar con las muñequitas, que se hacen para no desperdiciar los hilos sobrantes. “El tejido es generalmente liso y sin figuras. Los colores de las fajas o ceñidores significan la pertenencia al pueblo, por ejemplo el morado es de Tlacolula y en Santo Tomas Jalieza ellas usan el rojo o guinda. Así se puede identificar a los Valles centrales en diferentes colores.”[3]
Las mujeres de esta comunidad usan lana para ejecutar el traje de fiesta, la mayoría de las veces éste es oscuro, pero otras veces es rojo teñido con grana cochinilla. La blusa comúnmente es de algodón blanco o en tonos claros y puede tener algunos bordados de flores en distintos y llamativos colores.
El ceñidor que puede ser lo más representativo de Santo Tomás Jalieza es elaborado en un telar de cintura y puede ser más ancho o más angosto dependiendo de la edad de la mujer que lo porta. “Algunas mujeres no distinguían la medida de las fajas o ceñidores por metro, sino por varas. La vara mide la distancia entre el codo doblado de forma vertical y el puño de la mano. Cuando la mujer es joven usa una faja más angosta y más corta, mientras que cuando es mayor usa una más ancha y más larga”[4]. El telar de cintura se presenta así, como una técnica acessible y de uso cotidiano debido a que tanto el espacio en el que se realiza como los materiales son fáciles de conseguir.
Así Santo Tomás jalieza se presenta “(…)entre los principales centros fajilleros (…) cuyos productos llegan a venderse hasta en Guatemala[5]”. Las fajas se exportan a otras comunidades de los Valles centrles y se caracterizan por su amplia gama de color y por sus motivos decorativos entre los cuales se encuentra la figura del danzante de la pluma[6], entre otros como animales y motivos geométricos.
Extiste gran variedad de tipos en los ceñidores y fajas que se confeccionan en Santo Tomás ya que éstas “(…) pueden ser anchas o estrechas, sencillas o con labrado de urdimbre, o brocado, o tejido de tela doble, y con una gran variedad de motivos decorativos; muchos de ellos con significados simbólicos, y de vivos colores o del color natural de los materiales usados[7]”.
Actualmente, las personas no visten ese traje por que usan lo que les queda más cómodo para trabajar, usan faldas y vestidos comerciales y algunas llevan mandiles a pesar de que las “(…) fajas o ceñidores que suelen ser la última prenda de la indumentaria indígena que se abandona cuando se pierde el traje tradicional[8]”. Hoy en día esta pieza tiene mucha versatilidad de uso fuera de la indumentaria tradicional y por eso sigue vigente entre el comercio y el vestido.
Otro aspecto importante es el peinado; la mayoría de las mujeres usa trenzas, algunas veces que se unen en un nudo con un listón y en ocaciones usan tlacoyal de colores.
Un testimonio jóven de la región argumenta que no se tiene un registro específico de un traje regional específico de la comunidad desde hace mucho tiempo. Sus antepasados portaban una blusa de manta y una falda en tela de algodón delgada con estampado a cuadros y un rebozo en la cabeza para cubrirse del sol mientras tejian en el patio exterior de su casa. Para ir al mercado usaban el chiquihuite, la cual es una canasta para ponerse en la cabeza.
Santo Tomás Jalieza por su cercanía tanto geográfica como ideológica con otras comunidades de los Valles centrales de Oaxaca como San Antonino Castillo Velaso fue confeccionador de ceñidores para otras comunidades que utilizaban como mercancia de trueque en el comercio de aquella época. Como se puede apreciar en ambas fotografias la señoras utilzan una ropa de trabajo sencilla de tela delgada y está realizando un ceñidor que posteriormente podrá vender o usar a su convenciencia. En la comparación visual de ambas fotografías se observan las diferencias de épocas pero la constancia en el trabajo y la misma forma de confeccionar el telar de cintura.
Así la vigencia de la indumentaria en Santo Tomás Jalieza es solamente un recuerdo entre sus habitantes. La gente adulta todavía se acuerda de sus antepasados con el traje típico a pesar de ser muy sencillo, los jóvenes a pasar de que siguen trabajando el telar de centura artesanalmente ya no conservan rasgos de la indumentaria tradicional en su vestir.
1. Anexo- Narración de Crispina Navarro, Artesana y recidente de la comunidad
Creo que la última que usó el traje típico fue mi abuelita, una señora bastante conocida por todos, un personaje de carácter fuerte. La gente ahora ya no se viste así.
El traje regional consiste en una blusa y un enredo. El enredo es de manta y algunas veces tiene cuadritos pequeños. El enredo se amarra con una faja. El traje es sencillo nunca fue tan elegante.
El tiempo en el que vivimos está cambiando muy rápido y a la gente ya no le interesa o ya no le parece importante usar la indumentaria del lugar, es decir, están concentrados en otros proyectos, en otras problemáticas.
La juventud se interesa por la moda, por vestir de manera cómoda, ligera y económica. Ella comenta riéndose que los jóvenes ya mero ni ropa se ponen. Además antes la ropa que se confeccionaba en el pueblo era la única que se podía usar, ya que el trasporte a la ciudad era muy complicado.
Los materiales que se utilizan son lana para confeccionar el traje de fiesta y manta para hacer el del diario. Nos cuenta que ella tiene un traje de su abuela, del cual no se puede explicar la técnica del tejido.
El tejido es generalmente liso y sin figuras. Ella dice que los colores de las fajas o ceñidores significan la pertenencia al pueblo, por ejemplo el morado es de Tlacolula y en Santo Tomas Jalieza ellas usan el rojo o guinda. Así se puede identificar a los Valles centrales en diferentes colores.
Algunas mujeres no distinguían la medida de las fajas o ceñidores por metro, sino por varas y entonces ella nos explica que la vara mide con la mano doblada, del codo al puño y que cuando la mujer es joven usa una faja más angosta y más corta, mientras que cuando es mayor usa una más ancha y más larga.
La blusa es sencilla, generalmente de algún color claro y algunas veces tiene bordados simples. El enredo es una pieza rectangular de manta que no solamente se amarra, sino que envuelve al cuerpo de manera especial de acuerdo a la forma de éste.
Hay algunos pueblos como La Asunción y Santiago donde la indumentaria regional se sigue usando un poco más entre las personas mayores.
Los jóvenes no presentan interés por el pasado, por saber cómo se usaba el enredo y la vestimenta típica, el problema es que no hay inquietud por conocer.
2. Anexo- Cómo llegar
Santo Tomás Jalieza está localizado a 25 kilometros de la ciudad de Oaxaca. Para llegar se debe tomar la autopista 175 hacia Puerto Angel, Ocotlán o el aeropuerto. En el camino pasas por San Bartolo Coyotepec, famoso por el trabajo del barro negro y por San Martín Tilcajete, famoso por sus alebrijes.
3. Anexo-Galería fotográfica
[1] “Santo Tomás Jaileza” (en línea), Disponible en: http://www.inafed.gob.mx/work/templates/enciclo/oaxaca/municipios/20530a.htm, 10 de julio de 2010.
[2] Testimonio oral de Crisipina Navarro en Santo Tomás Jalieza. Julio 2010.
[3] Testimonio oral de Crispina Navarro en Santo Tomás Jalieza. Julio 2010.
[4] Testimonio oral de Crisipina Navarro en Santo Tomás Jalieza. Julio 2010.
[5] Indumentaria tradicional indigena, México, editorial Hermes, p. 70.
[6] Ibidem, p. 71.
[7] Ibidem, p. 71.
[8] Ibidem, p. 71.