La cultura textil indígena y su tradición están amenazadas por la situación económica”, aseguró Regina Torres Ramírez, artesana mazahua, durante la presentación que realizó del traje regional de su comunidad en el Museo de Textil de Oaxaca (MTO).
Durante la conferencia, realizada la tarde del jueves, la artesana explicó a los asistentes, cómo hacen los trajes y cuánto trabajo hay detrás de la hechura de estos vestidos.
Proveniente de la localidad Santa Rosa de Lima, Municipio del Oro, Estado de México, Regina mostró fotos del proceso de confección de un traje. Comentó que la elaboración del vestido empieza con la fabricación de los colores y el teñido de los hilos.Torres Ramírez acotó, que los artesanos de su comunidad no producen colores en invierno. “Es mejor comenzar con este trabajo en abril, mayo o junio, cuando el color es más intenso. Por ejemplo, a mediados de julio y principios de septiembre se recolectan algunas flores”, indicó.
Una opción para obtener un tono es con la grana cochinilla. “Para obtener el color rojo, primero se elabora la mezcla de limón, sal de estaño y cochinilla de la cual se obtiene un color rosa, después a esa agua se le agrega más limón y flores silvestres y esa es la receta para crear ese color rojo tan vivo y particular. Con estas tonalidades entintan la lana y lo impresionante es que todo es natural, por eso no se pierde el color cuando se lava el traje, aun con agua caliente”, detalló.La artesana continuó su presentación con una mirada a la elaboración de la lana, el bordado de los trajes y finalmente introdujo a los presentes a una fiesta tradicional, que comienza alrededor del 13 de agosto, cuando toda la gente porta estos trajes coloridos y le cantan las mañanitas a la santa patrona de su comunidad. También, ella mencionó los problemas que enfrenta con este trabajo. Debido a la situación económica precaria.
La artesana mazahua platicó que hace un tiempo las mujeres de su comunidad dejaron de utilizar faldas, porque el costo para elaborar esta prenda era alto, debido a que requiere de muchos ingredientes y el proceso de elaboración es muy minucioso. Ella tuvo la idea de hacer lias o faldas para que las mujeres de su comunidad pudieran tener una propia, que ellas la elaboraran y le dieran un valor muy especial para lucirla con mucho orgullo, así como conservar la tradición de la indumentaria mazahua.
Ella organizó a un grupo de 31 mujeres de Santa Rosa de Lima, este taller se llama Flores Silvestres, y es ahí donde las mujeres van a tejer sus propias lias.
Regina Torres Ramírez mencionó que no elabora este tipo de trajes para su venta, porque el costo sería demasiado elevado y nadie pagaría un traje así. Por esa razón, sólo hace trajes para las mujeres de su pueblo, para recuperar la tradición de la vestimenta mazahua.